Las fotos y el video son los mejores recuerdos que pueden conservar los novios de su boda, o al menos están entre esa selecta lista de detalles conmemorativos de ese día tan especial. Esa relevancia nos sitúa a los fotógrafos en una posición de mucha presión, pues nuestra tarea implica dejar un rastro inolvidable de la boda.

Con David y Nora la jornada de trabajo fue intensa, pero muy emotiva. Ambos, acompañados de sus familiares y amigos, se entregaron al máximo en expresar felicidad, amor, tensión y nerviosismo, para que todo concluyera en un éxtasis final de alegría incontenible.

Estas fotos de boda únicas son un recuerdo imborrable de ese día. Desde primera hora de la mañana intentamos captar todas y cada una de las emociones que vivían los novios: desde el proceso de maquillaje y vestuario hasta la entrada y ceremonia en el Castillo de Luna oficiada perfectamente por la concejal Gloria Guillén Rodríguez.

Tras haber contraído matrimonio, llegó el turno para la sesión nupcial, esta vez sí, solo con David y Nora. El ya consagrado matrimonio muestra en las imágenes compenetración, satisfacción y orgullo por el paso que acababan de dar juntos.

Una boda es el inicio de un nuevo proyecto de vida en común.

Ya en la hacienda Guadalupe esperaban todos sus invitados. No faltó durante la tarde tiempo para que los novios se sintieran protagonistas y estrellas del baile, a lo que contraatacaron los amigos de David y Nora con el clásico manteo.

En definitiva, fotos de boda únicas a las que siempre podrán acudir los novios para recordar cuánto de felices fueron el día en el que se atrevieron a dar un paso más en su relación.

Gracias a David y Nora por confiar en mí, para generar un recuerdo eterno de su gran día.

Espero que os guste tanto como a mí!… ¡¡¡VIVAN LOS NOVIOS!!!